Es para llorar que la vida es tan corta
Es para llorar que la vida es tan larga...
Sobre el piano donde el árbol brota
Con sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera enterrar en el cielo...
Es para llorar que buscamos la cuna de la luz
Y la cabellera ardiente de la dicha...
Es para llorar que abrimos la mente a los climas de impaciencia
Y que no apagamos el fuego del cerebro...
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