Se me dice que para mejorar la situación debo enfrentar la vida tal como debe ser. Es decir, salir de la tabla en la que suelo situarme -el analista la acaba de bautizar como olimpia-, y ponerme a trabajar como cualquier hijo de vecino. Pero eso se supo desde siempre, y precisamente el no poder cumplirlo fue lo que creó, en apariencia, la situación de crisis. También se le dice al paciente que es hasta cierto punto normal su aversión a salir a la calle y a poner en entredicho una serie de asuntos sociales. Se le informa que puede ser producto de haber pasado durante años por una serie de médicos ineficientes. Ahora la escritura ocupa todo el tiempo. Una escritura que dudo pueda ser transmitida. Y esa es también una fuente de miedo.
Mario Bellatin - La jornada de la mona y el paciente
Ilustración por Yael
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